Uno de los atardeceres en MOVE (www.movetraining.org) |
"Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir." (Lucas 6:38)
Una tarde mientras terminábamos de trabajar comenzamos una plática con Ray, un misionero aquí del proyecto, sobre la cita de Mateo… aprendimos que ese versículo era fácil de entender pero cuando llega la práctica es difícil de aplicarlo. En esa misma tarde Ray había hecho un cálculo sobre lo que necesitábamos para la base de un salón de clases y faltaba grava. Comenzó a buscar contactos que le trajeran grava pero a todos de los que le habló le dijeron que no había aunque uno le dijo que quizás mañana como a las 9. Bueno mi amigo Ray decidió de todas formas íbamos a vaciar temprano mientras esperábamos la grava.
Temprano en la mañana animados comenzamos a trabajar para vaciar concreto para hacer las bases, llegó las 9 y la grava no había llegado, luego pensamos que quizás en media hora, pasa la media hora y no llegó. –quitemos un balde de grava- dijo Ray –para que nos alcance hasta que llegue.
Mientras vaciaba los baldes de grava pensaba –Señor estamos haciendo tu obra y sé que tu proveerás- y se llegó a mi mente el versículo de mateo… entonces seguí dándole duro colocando la grava para que se mesclara para hacer el concreto. Terminamos de echar concreto a la base y Dios nos había dado una muy buena lección, nos había dado una medida buena, apretada, remecida y rebosando. Habíamos orado desde antes que Dios haga algo con la grava pero no sabíamos que Él ya nos había dado la medida buena, apretada, remecida y rebosando. Fue una lección que va quedar en nuestros corazones y espero que quede en los suyos. Recuerden pues de "Dar, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir." (Lucas 6:38)
Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. (Salmo 127:1)
En una semana trabajamos más en lo que fue la preparación de un nuevo edificio, la oficina y biblioteca, así que fue cavar y cavar, cavar y cavar, y para algunos que le gusta poner sabor al trabajo dicen –esto no es nada no te acuerdas cuando estábamos construyendo las pirámides de Egipto, piedras más grande que estas sacábamos- pues en lo que cavábamos sacábamos muchas piedras grandes fue un trabajo duro para seis de nosotros y con el de vaciar concreto no me lo imaginaba porque la base era grande la verdad.
Luego cuando una pensaba que había sacado la piedra más grande, salían cada vez más grandes. De igual forma cuando uno intentaba sacar una piedra debía asegurarse de que no había otras pequeñas alrededor que impedían que se moviera la piedra grande
Llega el día de vaciar y Dios había proveído el grupo necesario, uno de los voluntarios del proyecto tenía amigos que los invito a que conocieran el proyecto y nos ayudaran. Él sabía que ellos eran muy buenos en construcción y en esa mañana vaciamos todo, ahora menos cansados gracias a la ayuda de estos amigos que Dios ya había provisto para nosotros.