lunes, 9 de junio de 2014
Los Primeros Misioneros…
Solitarios, ya nadie los quiere, no tienen que dar pues al final todo lo que tienen es maldad. El cementerio es su hogar, sus amigos son los demonios y ahora ya no amigos sino esclavos de los demonios.
Mayormente cuando escucho de dar la vida a Cristo la siguiente que se menciona es de los talentos que nos ha dado y eso no es incorrecto. Pero… ¿Cuántas veces eso nos hace ver que debemos dar cosas buenas a Dios, en la entrega? "No podéis cambiar vuestro corazón, ni dar por vosotros mismos sus afectos a Dios; pero podéis escoger servirle. Podéis darle vuestra voluntad, para que El obre en vosotros tanto el querer como el hacer, según su voluntad." {CC 47.1}
Lo que debemos dar es todo. Sé que avancé muy adelante con esta cita del Camino a Cristo. La historia de los endemoniados gadarenos muestra el poder de Dios pero en lo que nos vamos a concentrar es cuando ya ellos una vez rescatados desean servirle entregando su voluntad a Dios. Ellos quieren seguir ahora a Cristo, quieren aprender de Él, quieren subir con Él a la barca más Jesús se los niega y los envía a que compartan las maravillas que Dios hizo por ellos. ¿Por qué?.. Presten mucha atención a esta cita del Deseado de todas las Gentes. "Es trabajando en la difusión de las buenas nuevas de la salvación, como somos acercados al Salvador." {DTG 306.3}
Antes de escribir acerca de los endemoniados en algún lugar había escuchado de qué ellos fueron los primeros misioneros o algo así, estaba leyendo el capítulo del Deseado de Todas las Gentes y antes de terminar el capítulo dije a mi mismo – Sammy, seguramente escuchaste eso en un sermón- pero cuando leí la cita anterior me motive y comencé a meditar. ¿Cuántas veces pensamos que solo orando o solo leyendo la Biblia nos acercamos a Dios? Y digo "solo" porque nos olvidados que aliviando el dolor de otro es como vemos la obra de Dios en nosotros. El servicio es la respuesta de una persona que ha entregado todo a Dios.
Los dos endemoniados curados fueron los primeros misioneros a quienes Cristo envió a predicar el Evangelio en la región de Decápolis. Durante tan sólo algunos momentos habían tenido esos hombres oportunidad de oír las enseñanzas de Cristo. Sus oídos no habían percibido un solo sermón de sus labios. No podían instruir a la gente como los discípulos que habían estado diariamente con Jesús. Pero llevaban en su persona la evidencia de que Jesús era el Mesías. {DTG 307.1}
Dios te ha enviado a ti también al igual que a los endemoniados, ser misionero es compartir lo que Dios hace contigo cada día. ¿Eres tú un misionero?
Bendiciones
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Dios llamó a seres imperfectos, pecadores que estaban dispuestos a escuchar su voz y dejar que Jesús los cambiará. Hoy también hace eso con nosotros.
ResponderEliminarAmén :)
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